San Salvador, y no Caracas, fue la ciudad con más homicidios en 2015, dice Instituto Igarapé

Original em Espanhol

[Press Release] 16 de fevereiro de 2016

En la “lotería” de la violencia, El Salvador y su ciudad capital, San Salvador, son los trágicos vencedores. La ciudad registró la tasa de homicidios más alta del mundo en 2015. El número de homicidios casi se duplicó en comparación con el 2014. El análisis, hecho por Instituto Igarapé, basado en Río de Janeiro, cuestiona el ranking del think tank mexicano Seguridad, Justicia y Paz, que listó Caracas como la ciudad más violenta del mundo.

“Hay una creciente controversia sobre los números. La ONG mexicana listó a Caracas (con una tasa de homicidios de 119,87 por 100.000) en el topo, pero su metodología es cuestionable. No es sorprendente que haya sido rechazada por las autoridades venezolanas. Su estimación se hizo sobre la base de una muestra extraída de una morgue de la capital y los suburbios. Al parecer, estos datos incluyen muertes tanto intencionales como homicidios no intencionales, incluyendo accidentes automovilísticos. Investigadores locales asociados con un observatorio de la violencia en Caracas creen que la tasa de homicidios aumentó un 20% entre 2014 y 2015”, explicó Robert Muggah, director de Investigación del Instituto Igarapé.

Según Seguridad, Justicia y Paz, San Salvador tendría una tasa de homicidios de 108,54 por 100.000. “Sin embargo esta predicción estuvo basada en una agregación de 14 municipios, en vez de considerar solamente a San Salvador, reduciendo así la tasa general estimada. Más problemático aun, la estimación se hizo utilizando datos de enero a agosto de 2015. El grupo estima entonces los 4 meses restantes en base a proyecciones nacionales anuales para redondear la cifra. Al hacer esto, no se considera el hecho de que los últimos meses de 2015 fueron especialmente mortíferos”, añadió Muggah.

Los especialistas atribuyen el aumento al colapso de la tregua entre pandillas y al aumento de escuadrones de la muerte paramilitares. Es de esperarse que la tasa de homicidios en San Salvador supere la tasa de muertes violentas de muchos de los lugares con conflictos armados extremos.

Números se asemejan a los de zonas de conflicto

Las cifras son escalofriantes. El gobierno de El Salvador informó que la tasa de homicidios a nivel nacional 2014 fue de 61,1 por 100.000 en 2014. Para el mismo año, la tasa nacional fue al alrededor de 119,2 por 100.000. La tasa se disparó en el país a alrededor de 103 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2015, según fuentes gubernamentales oficiales. Y en 2015, la tasa de homicidios se elevó vertiginosamente en San Salvador a 199,3 por 100.000, de acuerdo con fuentes locales.

Sólo hay un pequeño número de ciudades, que en la historia reciente han logrado superar a San Salvador con respecto a la tasa de homicidios. Ciudad Juárez, en México alcanzó una tasa de homicidios de 275 por 100.000 en 2010, donde luego los asesinatos cayeron vertiginosamente. El Instituto Igarapé y CIDE en México han llevado a cabo una investigación empírica para entender el porqué de esta dramática reducción. Del mismo modo, Medellín llegó a un total de 266 homicidios por cada 100.000 habitantes en 1991, pero luego evidenció una reducción en picada, hasta llegar a una tasa por debajo de 30 en 2015.

Las tasas de homicidio en estas ciudades latinoamericanas rivalizan con el número de muertes por 100.000 habitantes en los contextos de conflictos armados más mortíferos. Los métodos para determinar las muertes de conflicto son, por supuesto, diferentes a los utilizados para el recuento de homicidio. De hecho, Alepo (en Siria) superó las 220 muertes en conflicto por cada 100.000 personas, en 2015. Del mismo modo, Bangui, la capital de la República Centroafricana, alcanzó cerca de 135 muertes por conflictos por 100.000 en 2013.

“La medición de la violencia letal – ya sea homicidios o muertes en conflicto- es una ciencia imperfecta. Sin embargo, la medición cuidadosa es esencial para producir un conteo real de la carga de la violencia en todo el mundo. Es un imperativo político y moral. El Salvador está sufriendo una importante crisis que es equivalente a una guerra total. Guatemala, Honduras y Venezuela no se quedan atrás. Una medición exacta del problema es el primer paso para hacer algo al respecto”, Katherine Aguirre, investigadora del Instituto Igarapé.

El instituto Igarapé ha desarrollado el Monitor de Homicidios, una plataforma de visualización estadísticas actualizadas de homicidios en todo el mundo.

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