Medir importa: diseñando nuevos indicadores para una política que funciona
Una característica importante del debate emergente sobre política de drogas es su compromiso con la evidencia científica como base para la política pública. Este tema alcanza una relevancia importante con respecto a la política de drogas, dado que las intervenciones diseñadas para hacer frente a la producción de estupefacientes, su tráfico y uso tienden a guiarse por el indicadores equivocados, basados principalmente en preceptos políticos e ideológicos. La falta de alineación entre datos, indicadores e intervenciones ha contribuido en muchos casos a agravar el “problema” de drogas.
Sin embargo, la Comisión Global de Política de Drogas (CGPD) ha llamado a la necesidad de hacer política basado en evidencia, definiendo una manera diferente de considerar la efectividad de una política de drogas. La Comisión considera que “el actual sistema de medición del progreso de la política de drogas es defectuoso, y que requiere un nuevo conjunto de indicadores para mostrar realmente los resultados de las políticas de drogas de acuerdo a sus daños o beneficios para los individuos y las comunidades”.
Este documento propone un nuevo conjunto de objetivos, metas e indicadores para proveer una dirección estratégica de una política de drogas con un enfoque punitivo a una política progresiva, basada en la promoción de los derechos humanos, la salud pública y la seguridad. El artículo parte de presentar la necesidad de realizar este cambio en enfoque, presenta la batería de nuevos impactos, objetivos e indicadores, así como una primera muestra de la aplicación del marco en el caso Colombiano.
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